¿Has probado la panela?
La panela es un dulce poco conocido, o al menos poco presente en la dieta mediterránea. Se trata de un edulcorante natural producido a base de caña de azúcar y elaborado con el jugo no destilado de la misma. Tras su cocción se vuelve meloso y permite crear cubos una vez que se solidifica en moldes.
Los mil nombres de la panela
La caña de azúcar comenzó a cultivarse en el Sureste Asiático y la India Occidental, trescientos años antes al nacimiento de Cristo, en concreto en la isla de Nueva Guinea. Su expansión por el mundo tuvo lugar durante la conquista española en América en torno al año 1.500. En esta etapa la caña fue llegando a diversos países y actualmente Brasil es el mayor productor a nivel mundial.
A consecuencia de la historia, la panela es un alimento especialmente utilizado en el centro y sur de América. En Argentina, Chile o Perú se conoce como “chancaca”; “piloncillo” en México; “tapa dulce” en Costa Rica o “rapadura” en Panamá. Además de en el nombre, la panela tiene diferencias tanto en su elaboración como en su uso en la cocina a lo largo y ancho de Iberoamérica.
Entre otras aplicaciones, con la ella se prepara melao o miel de panela, base de diversos dulces tradicionales en América Latina. En Colombia y Venezuela es habitual disolverla en agua dando lugar al aguapanela, bebida que suele consumirse en frío con un toque de limón.
La rapadura canaria
En España, las Islas Canarias son la comunidad autónoma donde más se consume y produce la rapadura, como allí se denomina. La caña de azúcar se cultivaba tradicionalmente en las provincias de Málaga y Granada, desde donde partió hacia Canarias y más tarde hacia Iberoamérica. Actualmente la panela es un ingrediente fundamental en la gastronomía canaria, principalmente de La Palma.
En algunos países asiáticos es conocida como gur o jaggery. En Sri Lanka, Pakistán o la India a menudos es utilizada para agregar dulzura a platos tradicionales como sopas o carnes y equilibrar los sabores picantes y ácidos tan particulares en este tipo de cocina.
Al contrario que el azúcar, la panela no se refina por lo que conserva sus propiedades al máximo y aporta numerosos nutrientes al organismo; entre ellos glucosa, fructosa y también vitaminas A, B, C, D y E y minerales como hierro, fósforo y calcio. Además, es beneficiosa para el tratamiento de anemia y para la salud de los huesos.
Te invitamos a preparar una bebida muy refrescante que puedes beber todo el año y se prepara con panela: papelón de limón
Texto: Paula Vaquero