Cócteles clásicos que definen la cultura tropical

Estos son una selección de cócteles latinos con mucha trayectoria, clásicos imprescindibles que no pueden faltar en el recetario de la coctelería. Se consumen en las barras de todo el mundo y tanto sus ingredientes como su historia captan la esencia de la cultura de Latinoamérica. Estos preparados, han logrado un equilibrio entre los diversos componentes, cualidad esencial para que una receta sea exitosa y perdure a lo largo del tiempo.

 

Mojito

Cabe empezar con un indiscutible clásico universal: el mojito, el cóctel estrella en las fiestas, cuya suavidad, frescura y sabor conquistan a todo el mundo. Es originario de Cuba y se dice que fue creado en el siglo XVI por el pirata Francis Drake, quien ideó esta bebida como remedio para un brote de escorbuto que afectó a su tripulación durante sus expediciones por el Caribe. En sus inicios se preparaba con lima, ron blanco, hojas de menta y azúcar para realzar su sabor, con el tiempo se popularizó en Cuba bajo el nombre de “El Draque”. Este remedio fue el precursor del mojito moderno, al que se le añadió soda para aportar un sabor más ligero y agradable.

Margarita

Esta mezcla es todo un icono de la coctelería mexicana que combina tequila, zumo de limón, y triple sec (licor de naranja). Se sirve en el tradicional vaso de margarita que tiene forma de sombrero invertido y  puede tomarse con o sin hielo. Como toque final normalmente se decora con sal en el borde del vaso.

Algunas fuentes sitúan su origen en el Bar Andaluz de Ensenada, Baja California. El bartender David Negrete, preparó a la administradora del establecimiento, Marjorie King Plant, un cóctel especial, considerando que ella era alérgica a la mayor parte de las bebidas destiladas, con excepción del tequila. Negrete bautizó su creación “Margarita”, en honor a su jefa. Otra versión otorga la autoría del famoso cóctel al propietario del restaurante Rancho La Gloria, situado entre Tijuana y Rosarito, quien en 1938 ideó este brebaje para una de sus clientas, la bailarina Ziegfeld Marjorie King.. El caso es que todos los relatos giran en torno a una mujer llamada Marjorie, Margaret o Margarita.

 

Caipirinha

Es el cóctel de Brasil por excelencia, preparado con cachaça (destilado de caña de azúcar fermentado), lima, azúcar y hielo. Se trata de una bebida fuerte y cítrica, parecida al mojito, pero no lleva hierbabuena. Esta bebida nace gracias a la fuerte cultura de la caña de azúcar en Brasil, siendo la cachaça un producto único que se fabricaba localmente. Ya en el siglo XIX los esclavos consumían “garapa” el jugo de caña de azúcar, lo hervían para quitar las bacterias y lo tomaban sin fermentar.

 

Pisco sour

El famoso pisco sour elaborado con pisco (un aguardiente de uvas), jugo de limón, jarabe de azúcar y clara de huevo es sin duda  sus ingredientes consiguen crear un sabor equilibrado, algo ácido y una textura espumosa. Este delicioso cóctel que tiene sus raíces en Perú, también es popular en Chile, pues ambos países reclaman su verdadero origen. La versión más aceptada es que proviene del Perú: a principios del siglo XX. Victor Vaughen Morris, un bartender estadounidense abrió en Lima un bar llamado «Morris’ Bar» en 1916. Este lugar se popularizó enormemente, y Morris, comenzó a experimentar con el pisco, un aguardiente de uva típico de la región. De esta manera creó el Pisco Sour al mezclarlo con jugo de limón, azúcar y clara de huevo. Los chilenos por su parte confirman que, en aquellos años, en los bares de Santiago, también se preparaban mezclas con pisco, zumo de limón y jarabe de azúcar.

 

Piña colada

Uno de los cócteles tropicales más irresistibles es la piña colada, clásico puertorriqueño que destaca por su combinación de cremosidad y dulzura. Mezcla ron, crema de coco y zumo de piña, y se sirve tradicionalmente con hielo triturado. Es una bebida festiva pero que acompaña todo el año y suele servirse como Postre.

Se dice que en el siglo XIX un corsario portorriqueño llamado Roberto Cofresí, repartía entre su tripulación un brebaje que contenía coco, piña y ron blanco. Los mismos ingredientes que siglos después compondrían la piña colada.

También atribuyen su creación a dos establecimientos: el Caribe Hilton Hotel de San Juan, donde trabajaba Ramón «Monchito» Marrero que concibió la fórmula original, según consta oficialmente; y el restaurante Barrachina, que también se autoproclama impulsor de la piña colada argumentando que el barman español Ramón Portas Mingot creó el cóctel en esta casa en el año 1963.

 

Daiquirí

Este es un cóctel sencillo pero delicioso, hecho a base de ron blanco, zumo de limón y azúcar. Como ocurre con casi todos estos cócteles, resulta que desde el siglo XVII se consumía en el Caribe un brebaje a base de ron, zumo de lima o limón y azúcar de caña. Estas mezclas no solo eran beneficiosas para inmunizarse de enfermedades (como el escorbuto), sino que eran necesarias para animar a la tripulación a combatir con el enemigo.

Dicen que el verdadero origen del daiquirí se remonta a 1896, cuando el ingeniero estadounidense Jennings Cox, quiso celebrar la llegada de unos compatriotas durante unas labores en una mina próxima a la playa de Daiquiri, junto a Santiago de Cuba. Al ron blanco le añadió azúcar de caña, para que el zumo limón y el destilado caribeño, resultase a un sabor más agradable y equilibrado. La mezcla fue un éxito y poco a poco se fue introduciendo en los locales de Santiago.

 

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